martes, 16 de julio de 2013

LA GRACIA DE DIOS


"Cuidará de ti"





Introducción.

          A. Muchos textos lo prometen (Prov. 30:5; 2 Cor. 1:8-11; Sal. 23).
          B. El poder de Dios no está limitado a lo milagroso; las leyes naturales son leyes de Dios.
          C. El obra hoy y nos cuida hoy.

I. Dios cuida de su pueblo por medio de gente justa.

          A. Jeremías fue rescatado por Ebed-melec (Jer. 38:13).
          B. Pablo fue consolado por Tito (2 Cor. 7:6).
          C. Pablo y los hermanos de Roma fueron mutuamente confortados (Rom. 1:9-12).
          D. Hermanos fieles son una bendición para todos, pero especialmente para los de la casa de la fe (Gál. 6:10).

II. Dios cuida de su pueblo por medio de otros.

          A. Los hermanos de José llevaron a cabo el plan de Dios (Gén. 45:5, 7; 50:20).
          B. Judas, los judíos y romanos llevaron a cabo el plan de Dios para salvarnos.
          C. Las prisiones de Pablo no eran una maldición sino una bendición para la obra (Fil. 1:12-14). Esto demuestra que Dios es soberano

III. Dios nos da gracia con la gente.

          A. Dio gracia a José ante los ojos de Potifar (Gén. 39:3).
          B. Dio gracia a Ester ante los ojos del rey (Ester 2:9, 15).
          C. Dio gracia a Pablo ante los ojos de Julio (Hech. 27:3)
          D. Da gracia a sus hijos ante otros (el patrón, el gobierno, los vecinos, etc.),  porque pagan a todos lo que deben; "al que tributo, tributo, al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra" (Rom. 13:7).
          E. Da gracia a la esposa ante los ojos del esposo incrédulo (1 Ped. 3:1-4).

IV. Dios nos cuida por medio de circunstancias favorables.

          A. Salvó a David (1 Sam. 23:24-29).
          B. Salvó a los judíos (Ester 4:14).
               1. Mardoqueo denuncia una conspiración (Est. 2:19).
               2. Una noche el rey no pudo dormir (Est. 6:1).
               3. Esa noche entró Aman, el enemigo de Mardoqueo.
               4. ¿Pura coincidencia? ¿Buena suerte? ¿Por casualidad? Así hablan los del mundo, pero el cristiano cree en la providencia de Dios y no habla de "buena suerte".
          C. Salvó a Pablo (Hech. 23:12-24; 25:1-12; 27:3, 42, 43).
          D. Por la providencia de Dios hemos oído el evangelio. ¿Quién le invitó a usted? ¿Quién le enseñó? ¿Padres cristianos? ¿Algún pariente o vecino? ¿Leyó un folleto? No digamos que por buena suerte oímos el evangelio.

V. Si Dios me cuida, ¿por qué pasa todo esto? (Jueces. 6:13).

          A. ¿Por qué dejó morir a mí ser querido? ¿Por qué sufrí el accidente?
          B. ¿Por qué permitió Dios que Esteban fuera apedreado y Jacobo degollado y Juan no? Son preguntas que no nos toca preguntar.
          C. Cuando Pedro hizo una pregunta que no convenía, Jesús le dijo, "¿Qué a ti? Sígueme tú" (Juan 21:21, 22).
          D. Hay mucho que no podemos explicar. Por ejemplo, ¿cómo nos ayudan los ángeles? (Heb. 1:14; Sal. 34:7).

VI. Dios nos cuida por medio del hogar ordenado.

          A. El hogar ordenado es una de las más grandes bendiciones de Dios. Si cada miembro de la familia obedece las instrucciones de Dios, el hogar estará ordenado.
          B. Es indispensable que el orden divino sea respetado y practicado (Efes. 5:22-6:4).

VII. Dios nos cuida por medio de la iglesia fiel.

          A. La comunión con hermanos fieles es protección de Dios.
          B. Estudiemos y practiquemos los textos que hablan de unos y otros.

VII. Pero ¿por qué sufrimos tanto?

          A. Por causa del pecado (Jueces. 6:13; 1 Cor. 11:30).
          B. Los inocentes sufren también, son víctimas de los pecados de otros (por ej., hijos del borracho).
          C. Los elementos de la naturaleza (agua, fuego, viento) causan mucho sufrimiento. La tierra fue maldita por causa del pecado (Gén. 3:17).
          D. El libre albedrío del hombre permite que invente máquinas, automóviles, aviones, etc. que causan mucho sufrimiento.
          E. Sufrimos porque amamos (Rom. 12:15; 1 Cor. 12:26). 

VIII. Pero ¿por qué Dios lo permite?

          A. ¿Quiere que Dios quite nuestro libre albedrío para que el hombre deje de inventar cosas peligrosas?
          B. ¿Preferiría usted vivir en un mundo sin amor?
          C. Del sufrimiento resulta bendición. Produce paciencia, etc. (Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:10).
          D. Hijos necesitan disciplina (Heb. 12:7).
          E. El sufrimiento nos hace más compasivos (Heb. 2:18; 4:15).
          F. No hace depender de Dios (Deut. 6:10-12).
          G. Nos hace anhelar el cielo (Heb. 11:10, 16).
          H. Nos ayuda a evangelizar (Hech. 8:4; 11:19; Fil. 1:12-14; toda la obra de Pablo registrada entre Hech. 21 y Hech. 28 la hizo como preso de Roma.

Conclusión:

          A. Dios sí nos ama y nos cuida. "Dios cuidará de ti". "Sois guardados por el poder de Dios (1 Ped. 1:5).
          B. Nos oye (1 Jn. 3:22; 5:14); pero siempre digamos "hágase tu voluntad y no la mía" (2 Cor. 12:9).
          C. Los que resistir la enseñanza del Señor resisten su cuidado.

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